Las suaves melodías se entonan mejor si el viento las acompaña. La trompeta sonríe y, junto a ella, el mundo aplaude. Las manos bailan incansables sobre el piano y el corazón vibra vestido de rojo.
Llegará un día en el que la felicidad no tendrá significado porque todo será felicidad.Porque decir que la vida es más bella cuando el amor la envuelve es nadar en mares de placer. Porque el goce físico y el goce intelectual son las rosas que florecen en la primavera de la felicidad. Porque nadie necesita un porqué cuando la amistad entona su alegre canto.
La tierra nos da sus frutos y esos frutos somos nosotros. Esos frutos son nuestros padres, nuestros abuelos. Ellos nos aman, ellos nos dan la vida, ellos nos enseñan a amar, gracias a ellos somos como somos; gracias a ellos somos felices.
Intentamos volar lejos cuando la felicidad está en nosotros. Si sonreímos, nos sonreirán. Si amamos, seremos amados. Si somos felices, todos a nuestro alrededor lo serán.
Porque la receta de la felicidad está en uno mismo.
Los sentimientos son hilos invisibles que nos guían en todo momento. Gracias a ellos somos personas, gracias a ellos somos felices. A ellos se lo debemos todo.
La frágil piel de un bebé hace feliz a nuestro tacto. Sus primeras palabras hacen feliz a nuestro oído. Nuestro cuerpo se regocija en placer cuando cogemos a nuestro bebé en brazos.
Su sonrisa es nuestra felicidad.
El viento mece, despacio, cada uno de los árboles que riegan esta fértil tierra. El viento abraza las plantas, el viento duerme a los animales. El viento en el rostro dibuja una trémula sonrisa en la cara del que está enamorado del mundo.
La felicidad es tan grande y su significado tan amplio que ni la misma muerte podrá jamás arrancarla del mundo.
