domingo, 9 de mayo de 2010

Superhéroe

Los puños en alto producen dolor de estómago.

Sin trastornos no habría muertes, sin complejos no habría imperios. La correcta pronunciación arrastra hacia mí el recuerdo del sonido de la máquina de escribir.

El polvo y su gris son insulsos, el caldo de tu mirada es insípido, la muerte camina y se aleja del destino, cada vez más y más. Cada vez más lejos, allá lejos, la muerte.

Grita mientras rezas si pretendes que alguien te oiga. Si no quieres que te oigan no hables, a menos que lo quieras sea oír tus palabras.

Las palabras son la libertad de ese dios que no existe.

Dios es producto del hombre y el hombre es producto de sí mismo.

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